Y que bien nos vino.... no recuerdo si os hemos hablado de una de nuestras voluntarias de este año, Rosa.
Una autentica curranta, procedente de los Madriles y trabajadora en un hospital.
Nada más lejos de la realidad el encontrarse con nosotros y decidir pasar parte de sus días libres ayudándonos en lo que hiciera falta.
Desde pisar arcilla, cortar escoba, recoger las cacas de los animales, huertos, atender a la gente.
También ha sido participe en nuestro caos de vida, pudiendo comprobar en sus propias carnes lo duro del trabajo que realizamos...también como no de lo bien y las ganas que ponemos en ello.
Rosa un gran abrazo desde tierras cántabras y gracias por esa ayuda a pesar de las condiciones tan pésimas que pudimos ofrecerte.
Esperamos que haya más gente interesada en conocer nuestro proyecto viniendo a colaborar.
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