ARQUEOLOGIA EXPERIMENTAL

PARQUE ARQUEOLÓGICO
PROYECTO DE ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL
"Poblado Cántabro de Argüeso, otra manera de vivir la historia.."

martes, 21 de marzo de 2023

30 AÑOS HACIENDO ARQUEOLOGIA EXPERIMENTAL

La arqueología experimental se ha convertido en una de las maneras mas importantes para la demostración de teorías científicas sobre la forma de vida de nuestros antepasados.

Aunque el concepto de arqueología experimental se ha usado en el mundo científico casi en exclusividad, nosotros como muchos educadores relacionados con  la arqueología, pensamos de lo interesante de esta ciencia en el mundo educativo, no solo universitario sino en todas las etapas educativas.

Usando la experiencia como parte del aprendizaje y conocimiento de la historia, en primera persona y haciendo que el proceso educativo se consolide en los estudiantes de manera directa.





Hoy en día existe una gran tendencia a este tipo de metodologías, tanto en museos al aire libre como el Poblado Cántabro de Argüeso, como en otra infinidad de proyectos similares en toda Europa, donde se lleva practicando desde hace muchísimos años. 

La arqueología experimental es la disciplina encargada de estudiar los procesos de comportamiento de los restos materiales del pasado, a través de una reconstrucción experimental, de manera que se puedan extraer hipótesis para su posterior contraste con los datos arqueológicos. Los inicios de esta disciplina se vinculan claramente a la investigación y divulgación científica, pero sus cualidades pedagógicas y el uso de una metodología hipotética-deductiva, ha hecho de esta disciplina una herramienta muy válida también para un uso con fines meramente educativos. 

Es por ello que, recientemente, ya son muchos los arqueólogos, empresas o docentes que han querido llevar la arqueología experimental a las aulas. Sin embargo, un estudio, sistematización y análisis de estas prácticas de arqueología experimental desde un punto de vista educativo aún estaba por hacer. ¿Qué se enseña? ¿Cómo se enseña? ¿Qué posibilidades se aprovechan? ¿Cuáles no?




Las posibilidades y estrategias educativas que posee la disciplina arqueológica son muchas y de muy diversa índole.

 La arqueología enseña los cambios que han sufrido las culturas humanas y su adaptación al territorio, factor este último que ha contribuido a la supervivencia como especie. 

La proliferación y puesta en común de la disciplina arqueológica en las aulas se argumenta por dos motivos fundamentales: por su carácter motivacional y por su carácter transversal, vinculándose con otras disciplinas.

Para un mejor aprovechamiento de la arqueología experimental en el ámbito educativo nos parece interesante  marcar una pautas creando un modelo de trabajo efectivo :

Actividades  previas: 

Es muy importante un calentamiento del estudiante, explicándole que se va a hacer, que tema se va a tratar. La conexión previa con los participantes siempre ayuda en este proceso.

Alternar el modelo de enseñanza yendo más allá del modelo expositivo. La arqueología permite trabajar competencias, valores o desarrollar las habilidades del pensamiento histórico.

La Arqueología es interdisciplinar, pudiendo enriquecer otras areas del currículo educativo más allá de la historia.

Hacer pensar y trabajar al alumno/a, ya que no solo quieren mirar, debe tocar en la medida de lo posible y sobre todo, debe reflexionar o pensar sobre qué implica esa actividad.

Consolidar la información relevante escogiendo dos o tres ideas que sean fundamentales para el estudiante (no para el especialista) e insistir en ellas y consolidarlas al final de la actividad.

Evaluar la actividad intentando determinar si los estudiantes han cumplido los objetivos previstos, no se trataría de una mera exhibición, sino de una actividad educativa.

Y por ultimo no debemos olvidar contextualizar la actividad, realizando actividades previas con los participantes, con nociones básicas de arqueología, alguna charla por parte de algún arqueólogo, realizar algún proyecto de investigación.

Como conclusión pensamos que a través de este tipo de actividades, normalmente pensadas para alumnos/as de primaria, se pueden trabajar de manera transversal las diferentes areas del currículo escolar de secundaria.

Nadie dijo que fuera fácil.

Espero que estas reflexiones, hechas por compañeros y compañeras que trabajamos tanto en el ámbito educativo como en el arqueológico, os hayan parecido interesantes.


Si queréis venir con vuestros alumnos/as a visitarnos poneos en contacto con nosotros.

Un saludo.

Bibliografía:

Revista de investigación e innovación educativa nº 103

Experimental archaeology as a learning strategy: reality and posibilities


lunes, 27 de febrero de 2023

MUROS DE PIEDRA, CHOZOS Y MÁS

 Como pequeñas hormigas seguimos en nuestra humilde labor de dar a conocer la arquitectura tradicional de la península Ibérica y del resto del mundo. 

En nuestra obsesión por el mundo del techo vegetal hemos viajado unos días a un mágico paraje extremeño, donde de tener raíces estarían las nuestras.

Monfragüe, buitres negros, alimoche, ciervos, encinas y mucha oveja....pero también tradición de pastores y sus cobijos a base de piedra y escoba.



No existen dehesas, sierras, bosque o llanuras que no luzcan su figura. Su presencia es siempre inseparable del paisaje  cultural del que forman parte. Vinculados al mundo agrícola y pastoril de Extremadura, el chozo es sin duda una de las construcciones mas auténtica de esta tierra.
Este tipo de construcciones genera en mi, emociones profundas, casi más que cualquier otra....a lo mejor después de las cuevas, fueron los primeros refugios para los humanos que fueron haciéndose sedentarios....y la palabra HOGAR empezó a tomar un nuevo significado.

En ellos el humano buscaba el confort del refugio al calor de la lumbre durante gélidas noches de invierno y el reconfortante fresco de la sombre durante los durísimos veranos, secos y calurosos de Extremadura.


viernes, 10 de febrero de 2023

Teitos astures y tradición europea


La fotografía tiene el mismo encanto en Asturias que en Japón. Ese paisaje verde alrededor y una construcción con el esqueleto de piedra y el techo vegetal que se mimetiza con el entorno natural, que nos acerca a tiempo de las construcciones primigenias, levantadas con los materiales más cercanos. Lo que forma parte de la estampa tradicional las brañas de Somiedo se repite en Japón. Y en Holanda, en Inglaterra. en Islandia, en Alemania y en Escandinavia. También en Cuba y en Guatemala, en  Sudáfrica....En las regiones húmedas de todos esos sitios, allá donde hubiera bosque, montaña, el hombre al final llegó a la misma conclusión para mantener la temperatura de sus casa:  la solución era cubrir el tejado con materiales vegetales 

 

En Asturias, y en España en general, el teito es un gran desconocido. Esta cabaña de tipo ganadero que puede encontrarse en las montañas del Suroccidente es una conexión con el resto del mundo. Y aunque aquí apenas concita mucho más interés que el del escaso rédito turístico que pueda generar, en otros lugares llega a constituir un buen negocio. Tiene, por lo general, una connotación de pobreza y no aparece en los manuales de la arquitectura nacional. En castellano, además, no existe un correlato de la palabra «teito». Ni tampoco del verbo «teitar». No hay manera, al fin y al cabo, de referirse a ellas sin improvisar una explicación o tomar directamente prestados los términos del asturiano o del gallego.

 


Sucede, sin embargo, que abriendo el foco fuera de España se advierte todo un universo en torno a esta histórica construcción que transmite tanta solera. En Europa, en la Europa húmeda, también en partes de Asia, África y en América Central, el teito está catalogado como patrimonio arquitectónico y la de «teitador» es una profesión como cualquier otra, que tiene su título, su kit de herramientas y está bien pagada. Hay museos específicos, una jerga propia y potentes asociaciones que reúnen a los mejores profesionales. Los niños pueden aprender el oficio a través de cuadernillos orientativos, y la actividad, que todavía perdura, ha generado industria.

 

En el extranjero, la cubierta vegetal no se vincula ni al monte ni a la pobreza, sino que se pueden ver teitadas grandes mansiones e ilustres casas como la de Anne Hathaway, mujer del escritor William Shakespeare, en Stratford-upon-Avon (Reino Unido), su lugar de nacimiento.

 

Así que el mundo, especialmente Europa, está lleno de imágenes familiares que recuerdan a Asturias. Y el nexo son esas construcciones similares a los teitos, que se pueden encontrar casi de forma continua desde Somiedo hasta las Islas Feroe. Así lo ha constatado Carmen-Oliva Menéndez en su libro «Teitos. Cubiertas vegetales de Europa Occidental: de Asturias a Islandia», editado por COAATPA, un extenso trabajo de investigación que la ha llevado por casi toda Europa occidental y por el que fue reconocida en 2011 con el premio «Europa Nostra».

 

 

«En Asturias se saca muy poco partido a los teitos. Europa no tenía ni idea de que existían teitos en Asturias y Asturias no tiene ni idea de que existe un mundo extenso alrededor de los teitos en Europa», sostiene esta profesora madrileña de ascendencia asturiana, doctora en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid y en Lingüística General por la Autónoma también de la capital, además de licenciada en Filosofía y Letras por la Complutense. «En la mente de un inglés, o de un holandés, España son casas con tejas rojas. Y para ellos la gran sorpresa es que aquí existen los teitos y que se mantenga la tradición», agrega.

 

La tradición permanece, pero no se trabaja. El teito nunca ha destacado como gran reclamo turístico en Asturias, seguramente porque se desconoce su dimensión universal. «Es muy llamativo que aquí no existan casi libros y que si nos pasamos al inglés, al alemán o al holandés, la bibliografía sea inmensa, como puede ocurrir en España con los relacionados con el flamenco», explica Menéndez, que empezó a «enamorarse» de Asturias durante sus viajes de la infancia a Cudillero, de donde era su madre. La conexión entre los teitos asturianos y los de fuera se intuye asimismo a través del lenguaje. La palabra «braña» no tiene equivalencia en castellano pero sí en inglés («shieling»), y en la isla de Gotland, en Suecia, todavía hoy el «reteitado» se sigue realizando en agosto y de forma comunal, algo parecido a la conocida tradición de la «andecha» asturiana. Casi todas las lenguas tienen términos específicos para la profesión como, por ejemplo, la inglesa, donde teito es «thatch» y el teitador es «thatcher», un oficio también convertido en apellido.

 

 Menéndez ha visto teitos en las partes más recónditas del occidente de Europa, muy variados, especialmente si se tiene en cuenta el material utilizado para la cubierta. La tipología, explica Menéndez en su libro, no es muy grande. Existen, en general, dos clases: las construcciones de planta redonda y las de casa larga. En Asturias predomina más la segunda opción, que son teitos de escoba con mucha antigüedad, como las cabañas somedanas. También se pueden hallar construcciones de este tipo en el Macizo francés.

 

Las de planta redonda se encuentran en Galicia, lo que se conoce como palloza, y también son muy comunes en toda Gran Bretaña y en el occidente galo. A medida que se expanden por Europa se va comprobando, según la profesora madrileña, que los teitos, además de servir de refugio ganadero, van adquiriendo otra función hasta convertirse en símbolos de modernidad y riqueza, con presencia en mansiones y en construcciones modernas. Sucede, por ejemplo, en las grandes granjas alemanas o en zonas de Inglaterra y Holanda, donde no es difícil encontrar lujosos chalés con la cubierta vegetal.

 

Si, como sostienen muchos geógrafos, la cordillera Cantábrica es la frontera de las dos Europas, la húmeda y la mediterránea, los teitos asturianos (y los gallegos) son las primeras piezas de un puzle que enseña un mapa enorme de lugares que dan cobijo a estas casas. En Inglaterra, algunos cálculos estiman que pueden existir unas 50.000 unidades. En el noroeste de Alemania y el sur de Dinamarca se adivinan teitos grandes y muy variados, «son como cortijos en Andalucía», señala Menéndez. A lo largo de la Europa del Norte (Holanda, Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia, Noruega,..) se conservan muchas de estas construcciones, una realidad que tiende a suavizarse a medida que aumenta la proximidad con Roma, allá donde la piedra se impuso al bosque en la arquitectura. De hecho, su presencia en Italia, aunque existe, es mínima.
Fuera del continente europeo destacan los teitos japoneses, cuyas cubiertas «rayan la perfección» y hacen gala de un «acabado estupendo», según Menéndez. En el país nipón, como en casi todos los mencionados, el teitador va bien equipado, con su arnés, el casco y una gran cantidad de herramientas, costumbre que se contrapone con lo que sucede en Asturias, donde se suele teitar con las manos. En América, los teitos se dejan ver en los aledaños del Mississippi y también en Florida. Son, en su mayoría, cubiertas de palma, como las existentes en Guatemala, en Cuba y en general en la zona de los mayas, próximos al Amazonas.
En África se concentran en los poblados subsaharianos, que tienen un perfil mucho más humilde que los que se pueden observar en Sudáfrica, uno de los países con mayor industria del sector.
El material más utilizado para teitar no es la escoba de monte, la que predomina en Asturias, sino el carrizo. Es el de más calidad y duración (60-80 años) y predomina en todo el mundo, especialmente en Gran Bretaña, Holanda y Sudáfrica. Las cubiertas de masiega, que crece en los humedales, se observan principalmente en Suecia, y de las de paja de cereal, sobre todo el centeno, todavía quedan en los Ancares gallegos y leoneses e incluso en la zona de los Oscos en Asturias. Los «tapinos» de hierba abundan en Escandinavia (Suecia, Noruega, Islandia y las Islas Feroe) por su capacidad para mantener el calor. Y los brezos, mucho más difíciles de encontrar porque la planta escasea, acaso en el norte de Inglaterra.

El mundo del teito, pues, es mucho más amplio de lo que se percibe en Asturias y en España. En su libro, que ha merecido el elogio de Barry Cunliffe, prestigioso estudioso británico de las culturas atlánticas, Menéndez critica la mala interpretación que se ha hecho en España de estas casas, una de las claves del desconocimiento. «Aquí nunca se entendió que, por tradición, conviviesen animales con personas bajo un mismo techo. Por eso, de alguna manera, no se ha tenido en cuenta. Ese tipo de establos, sin embargo, existe a lo grande en el norte de Europa y en muchos lugares del mundo», asegura. Todas esas zonas, ya se sabe, están conectadas con Asturias a través de esta extendida construcción.




Dar las gracias a Carmen Oliva Menendez por su gran libro Teitos, de donde hemos extraído este pequeño trozo para dar a conocer este tipo de arquitectura. 

Hasta la próxima. 

martes, 24 de enero de 2023

Cuentos en el castro, historias de otros tiempos

                         


Siempre hemos querido mostrar nuestro proyecto, El Poblado Cántabro de Argüeso, como un lugar especial, haciendo que cada actividad realizada forme parte de cada una de las personas que participéis en ellas.

Este año, y después de mucho tiempo tenerlo en la lista de cosas para hacer, hemos llevado a cabo el proyecto de Cuentos en el Castro, jornadas de cuenta cuentos temáticos, colaborando con Jaime de After perdices. 

La experiencia fué en Otoño y la respuesta muy buena por parte de todas las personas que os animasteis a participar.

El mal tiempo no nos dejo disfrutar de todas las sesiones tal y como nos hubiera gustado pero pudimos escuchar los cuentos e historias que Jaime, de After Perdices nos conto y cantó.

Esta primavera repetiremos con nuevas historias.

Cuéntanos con vosotras/os.

Un abrazo desde el Poblado Cántabro de Argüeso.











viernes, 30 de septiembre de 2022

Laboratorio en vivo sobre la Edad de Hierro, colaboracion con el IMBEAC

 Desde hace años el Poblado Cántabro de Argüeso, se ha convertido en un referente para muchos grupos de investigación, interesados en la arqueología experimental, curiosos, interesados en construcciones tradicionales., científicos, estudiantes y mundo de la bioconstrucción.

EL Poblado Cántabro de Argüeso, con una trayectoria de mas de 30 años, es algo más que un museo para niños, como todavía muchas personas se empeñan en denominarlo.

Ha llegado el momento, después de 30 años, de echar la vista atrás y reflexionar sobre el trabajo realizado, centrándonos en las construcciones; su deterioro, evolución, resultado, material utilizado, mejoras....

A través de un proyecto de este tipo podemos averiguar gran cantidad de cosas e información sobre la forma de vida durante este periodo histórico.

En colaboración con el IMBEAC (instituto Monte Bernorio de estudios de la Antigüedad del Cantábrico), estamos elaborando todo un estudio sobre ciertos aspectos en relación a los puntos anteriormente citados.

Además, tenemos en proyecto la construcción de dos nuevas viviendas, con estructuras encontradas en la segunda Edad de Hierro en yacimientos como La Loma (Santibáñez de la Peña) y Monte Bernorio (Revilla de Pomar), muy comunes en diferentes zonas de Europa.

Nuestra experiencia en este tipo de materiales  nos ha llevado a conocer estas técnicas constructivas, llevando a cabo experiencias de trabajos que han valido como base para otros proyectos similares.

Un proyecto vivo y año tras año,  enseña a miles de visitantes, construcciones hechas con materiales naturales tales como retama, centeno, carrizo, brezo, paja, avellano.......

Las fotos reflejan una pequeña parte del trabajo realizado, pero si quieres verlas y sentirlas de verdad lo mejor es que vengas a visitarnos.

Os esperaremos con los brazos abiertos.