El castro vettón de El Raso fue ocupado en los siglos II-I a.d.e y llegó a ser el centro fortificado más importante del valle del Tietar. Se encuentra en un bellísimo paraje de la vertiente meridional de la sierra de Gredos al pie del pico Almanzor (2592m) y a pocos kilómetros de Candeleda, ocupando una posición muy destacada sobre la garganta del río Alardos, una de las muchas que por esta vertiente lleva las aguas de la sierra hasta el río Tietar. Descubierto en 1931, el complejo arqueológico de El Raso es, probablemente, uno de los mejores y más ampliamente conocidos de la provincia de Ávila gracias sobre todo a los trabajos de investigación que de forma ininterrumpida ha venido llevando a cabo F. Fernandez Gómez a lo largo del último tercio del siglo XX.
En el interior se excavaron cuatro sectores que evidencia una alta densidad de población, con trazados de calles irregulares. sin embargo, la planta de algunas casas se inspira en modelos helenistas con un hogar central, con banco corrido, en torno al que se distribuyen el resto de las estancias, y un porche en la entrada, con un pequeño corral para animales.
El lobo debió ser muy abundante en estas tierras ya que fuera del poblado existe un santuario dedicado al dios Vaélico dedicado al lobo.
Los Vettones eran gentes que en época prerromana habitaban las tierras situadas en torno al Sistema Central, se extendieron por el suroeste de Zamora, la casi totalidad de Salamanca y Ávila salvo su extremo norte, el occidente de Toledo y la mitad oriental de Cáceres y Norte de Portugal, aunque esta delimitación no es concreta todavía ya que proviene de las fuentes clásicas en concreto de Estrabón, Plinio y Ptolomeo quienes acompañaron a los ejércitos cartagineses y romano en la conquista.
Los verracos son esculturas hechas en piedra de representaciones de animales en la época Vettona. En la actualidad se conservan unos 400 en distintas localidades (Toros de Guisando) y museos, aunque muchos de ellos conforman parte de la construcción de muchas casas.
Los animales representados son toros, cerdos y jabalíes. Estaban localizados en las entradas de los castros, en praderas y pastizales, en las orillas de los ríos, en cualquier sitio en definitiva donde sirviera de marca y protección para el ganado.
En el 2011 Helva, Aroa y yo viajamos a toda esta zona visitando además de varios restos arqueológicos todas las pozas y gargantas que pudimos.
Si os apetece conocer la comarca de la vera y todo el valle del Tietar no esperéis los humanos hacemos estragos en el medio natural y muy pronto nada será igual.
Animaos.
Si os apetece conocer la comarca de la vera y todo el valle del Tietar no esperéis los humanos hacemos estragos en el medio natural y muy pronto nada será igual.
Animaos.